
Juegos de vínculo
Los juegos de vínculo o juegos de apego son aquellos juegos que refuerzan o fortalecen el vínculo entre las personas que participan.
Clasificar los juegos de vínculo me parece algo complicado, ya que para cada familia o grupo, los juegos que les ayudan a vincularse pueden ser muy diferentes unos de otros.
Sin embargo, sí que me atrevo a decir que habitualmente son juegos de contacto, masajes, juegos de facilitación de espacios seguros y juegos donde la mirada es una de las protagonistas, pudiendo estar lejos o cerca de donde sucede la acción.

Los juegos de vínculo varían según las edades, y aún en la vida adulta, son de los pocos que se practican en pareja. Habitualmente en la cama. Sin embargo, cuando somos pequeños, suele ser el tipo de juego que más practicamos tanto niños como adultos. Un bebé despierta en la mayoría de las adultas una necesidad de interactuar, de mirarle, de sacar todas nuestras herramientas, a menudo de nuestra infancia, y de lograr que ese bebé nos mire y, a ser posible, nos sonría.
Muchas veces las adultas creemos que no sabemos jugar. Sin embargo, nuestro inconsciente está repleto de juegos; y a menudo, son los de vínculo los que más aparecen. ¿Quién no recuerda jugar a caballito encima de las rodillas de algún adulto? ¿A quién le cantaban Aserrín, aserrán? Y “Este compró un huevito”?
Todos estos ejemplos son juegos tradicionales que han ido pasando de generación en generación y que muchos se repiten de país en país y de cultura en cultura.

“Lo esencial es invisible a los ojos”, decía el Principito. Y esto me lleva a reflexionar una vez más sobre la fuerza del juego. No hay nada más puro que el juego en la infancia, que conecta con nuestra esencia, demostrándonos con la distancia física y temporal, que la esencia ha permanecido por siempre jamás.
Los juegos de vínculo son para mí una de las herramientas que más valoro a la hora de acompañar a la infancia y a sus familias. Nuestro cuerpo es el mejor juguete que podemos tener, y con él todo es posible: aprender, vincularnos, evitarnos, sentir, leer, mirar… Y portear a tus hijos te permite además, jugar con ellos de otra manera, desde otro lugar.
- Los juegos de vínculo te ayudan a volver a tu centro. Tanto si eres adulta como niña, son capaces de reconectar gracias a la mirada, las caricias, el tacto, la música, el baile o cualquier juego de imitación que ayude a volver a ti misma.
- Son los mejores compañeros de aventuras; desde que nacemos hasta la muerte. Con el tacto como el primer sentido que se desarolla (entre la 6ª y 9ª semana de gestación) y el último que muere (cuando nos morimos), reconocemos el mundo y por lo tanto, nos reconocemos en él y junto a otras personas. El masaje con aceite, con plumas, con pañuelos, con soplidos, con hilos… Las caricias con la mano abierta, cosquillas, con puños, con nudillos. Bailar pegaditos, a caballito, abrazados, agarrados de los pies… La carretilla, jugar a caballo, saltar de la mano, con ojos cerrados, abiertos…
- Permiten imaginar múltiples escenarios, historias y viajes hasta donde nos apetezca. Son re-creadores de historias fantásticas y de situaciones reales.
- Nos ayudan con el sentido propioceptivo, reconociendo nuestro cuerpo y también a menudo el de los otros.
- Pueden ayudar a hacer equipo, piña y sentirnos uno. Son juegos que utilizamos mucho cuando hay grandes grupos para conocerse. Con ojos cerrados, con una venda, y siempre si todo el grupo quiere, intentar adivinar quién es quién.
- Perpetúan a menudo el linaje y la tradición familiar. Son juegos que permiten conocer cómo eran nuestros antepasados, cómo jugaban, cómo era la época en la que vivían y qué pensaban o sentían. (¿No es increíble la cantidad de canciones que cantaban nuestras madres y abuelas y lo machistas que pueden llegar a ser?)
- Permiten observar estando presente, ofreciendo un entorno seguro para quien esté jugando libremente.
- Permiten desarrollarnos, sentirnos seguros, estar y ser.
Por todo esto y por muchos más motivos, los juegos de vínculo me fascinan. Creo que, junto a los juegos cooperativos son unos de los juegos donde más cómoda me siento y donde más me gusta bucear.

Es por esto que me encanta divulgar el masaje y el juego. En la Escuela Bitácoras tienes el curso “Masaje Infantil a través del juego”, donde te cuento múltiples ejemplos para jugar con el cuerpo y disfrutar de masajes juntos y juntas. Solo puedo decirte que los testimonios que recibo son maravillosos ;)
Este mes de marzo, además, estamos en Froggies fomentando los juegos de vínculo. Me encantará si te animas a subir a tus redes alguno de tus juegos de vínculo favoritos, etiquetándonos, así podemos, si quieres, compartirlo. Nosotras ya estamos haciéndolo en stories de Instagram.
Porque #ElJuegoHacePosibleLoImposible y conectarnos es de las cosas más bonitas que existen.